CCF: Cinismo Club de Fútbol. La historia de un fracaso en la temporada 22/23.
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Desde un enclave único como el Mirador de Las Ermitas de Córdoba —también denominado "Balcón del Mundo"— situado a los pies del Sagrado Corazón de Las Ermitas, daba comienzo mediante la tradicional foto oficial, la lucha por volver al fútbol profesional y la ilusionante temporada 2022/2023. No sin antes tener presente el acto precedente relativo a la presentación de las equipaciones oficiales, las cuales ya vaticinaban el desenlace final de la temporada —en blanco— y perpetraban el primer ultraje hacia la seña de identidad de toda una entidad.
I. La "Blanqui-Blanqui".
Con el pretexto de "emular" el ascenso del 99', el club decide trasladar a la primera equipación de la presente campaña el diseño de la camiseta alternativa de la temporada 98/99. Por lo tanto, el equipo blanquiverde se dispuso a jugar con una camiseta alternativa con más blanco que verde —blanquiblanqui— cuya cualidad ha sido interiorizada por un grupo de jugadores y se ha visto reflejada en su juego a largo de la segunda vuelta de la temporada: sin identidad. Así pues, con este diseño desacertado, se consumaba la primera injuria hacia un símbolo inviolable de la entidad y del cordobesismo como es su camiseta. Con unas escasas líneas verdes, que no rayas, el Córdoba CF ha jugado prácticamente de blanco y nos ha dejado en eso, en blanco.
En cuanto a la segunda equipación, otra preciosa alternativa homenajea a una festividad de la ciudad pero que rehúsa de nuevo de hacerlo en su conjunto llevando, nunca mejor dicho por bandera, a toda una ciudad con su característico color granate. Ni rastro de él. Todo con el beneplácito de GIVOVA, una marca que no ha estado a la altura ni en la confección ni en la atención de sus clientes.
Por último, respecto a la tercera equipación —en homenaje al ascenso de categoría de la temporada anterior—, prefiero que el lector se ahorre en su lectura una lista de improperios para simplemente calificarla de horripilante, como el único partido donde fue vestida y que supuso el adelantamiento de las vacaciones navideñas para el combinado califa: la 2ª Ronda de Copa del Rey CP Cacereño vs Córdoba CF.
II. 1º Vuelta y Vacaciones Navideñas.
La situación deportiva invitaba a la ilusión de todo un cordobesismo que anhelaba y sigue anhelando la vuelta de su equipo al fútbol profesional y que, desde el comienzo de temporada, era el objetivo fijado desde la gerencia y la dirección deportiva, el cual era repetido una y otra vez en diversos medios por cada uno de sus responsables. Era tal la ilusión que despertaba el Córdoba de la 1º vuelta que las asistencias por partido en casa superaban a las de estadios pertenecientes a dos categorías por encima y erigían al Arcángel como uno de los feudos imbatibles con más asistencia media en los dos grupos de la competición. No solo en casa, sino que también lejos del coliseo ribereño, los desplazamientos de cordobesistas cada vez eran más numerosos, hasta el punto de obligar a realizar sorteos por la alta demanda de entradas o ver como casi un millar de aficionados recorrían más de mil kilómetros para presenciar el duelo de los blanquiverdes frente al Real Club Deportivo de la Coruña en Riazor.
La buena racha tanto de resultados como anotadora en la primera vuelta —y casi prácticamente en lo que quedaba de temporada— encuentra su fin en dos partidos concretos. En ellos, se muestra un equipo irreconocible o que, quizás, ya empezaba a mostrar los síntomas que daban pistas de su enfermedad y que, a la postre, conformaba la antesala de los meses venideros. Dichos partidos se corresponden con la jornada número 16, en la que se enfrentaban con la Agrupación Deportiva Alcorcón, donde la victoria del conjunto alfarero por tres goles a cero suponía la pérdida del puesto de ascenso directo para los blanquiverdes y el partido de Copa mencionado anteriormente frente al CP Cacereño, el cual supuso el adelanto de las vacaciones de navideñas para un conjunto de futbolistas que, a la vuelta, sumó sólo 5 de los siguientes 24 puntos posibles.
III. La Política de Renovaciones.
Justo antes de finalizar el mes de octubre se produce la decisión más relevante en la parcela deportiva: la renovación de Germán Crespo, su cuerpo técnico y de la dirección deportiva —Juan Gutiérrez "Juanito" y Raúl Cámara— hasta el año 2026. Así pues, la propiedad blanquiverde acometía una decisión basada en la confianza en el trabajo realizado desde la temporada anterior y que refrendaba así la construcción de las bases de un proyecto deportivo estable, consolidado y con vistas al medio y largo plazo. Sin embargo, nadie adviertió del riesgo de una elección en la que no solo se renueva por cuatro temporadas a un cuerpo técnico completo en la tercera categoría del fútbol español, sino que ésta se realiza en el contexto donde casi dos tercios de la plantilla vencía su contrato a final del presente 2023.
Así pues, la política de renovaciones del club adquiría un cierto desequilibrio del que tanto los goles como las victorias impedían percatarse y que, inevitablemente, trascendía a un vestuario oscilante y que cada vez mostraba menos cohesión fuera y dentro del campo. Dicho día, el entrenador granadino afirmó estar viviendo “uno de los días más felices” de su vida, sin embargo, nunca pudimos saber si a lo largo de los meses siguientes, su sentir sobre aquel día cambió para siempre, ya que no hubo rueda de prensa de despedida y su salida se produjo tres años antes de lo estipulado. Por tanto, la política de renovaciones ha resultado en un proyecto deportivo inestable, sin consolidar y a corto plazo.
IV. Juanito&Cámara: Entradas, salidas y viceversa en el mercado invernal.
En el refranero español podemos encontrar múltiples referencias y dichos, como los que que aluden a que cuando algo va —o se presupone que va— bien, no conviene arriesgar aquello que se tiene o se conoce por algo que supuestamente es mejor, como aquel que dice "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". Si se cuestionaba a cualquier cordobesista acerca de cuáles serían las tareas pendientes que hubiese acometido en el mercado invernal de cara a la modificación de la plantilla, casi que nadie hubiese apostado firmemente por la renovación de casi más de un tercio de una plantilla que marchaba en la primera posición del campeonato liguero.
Por contra, cualquier cordobesista hubiese apostado por el refuerzo de posiciones no cubiertas totalmente por las lesiones que arrastraban desde principio de temporada jugadores como Ekaitz Jiménez o Ramón Bueno, en el lateral izquierdo o en el mediocentro defensivo respectivamente o, incluso, en el extremo izquierdo para dar relevo la falta de oportunidades y expectativas depositadas en jugadores como Cédric Teguia. Sin embargo, la labor acometida desde la dirección deportiva no fue otra que la de abrir y cerrar puertas de una plantilla que, a priori, contaba con un vestuario sólido y unido en la lucha por el objetivo final y que se encontraba en la conocida como "media inglesa" que permitía, por números, estar en el camino correcto para la consecución del cometido deportivo.
Pese a ello, la situación contractual desequilibrada de una plantilla en la que poco a poco comenzaron a aflorar rumores de salidas y deseos de desvinculación encontró su punto más álgido en el señalamiento público y directo hacia aquellos jugadores con deseo de salir tanto por parte del entrenador hacia el jugador Adrián Fuentes, tanto como por uno de los capitanes del equipo de manera general: “Los que se quieran ir que se vayan cuanto antes”.
Y así fue como el club, atendiendo el deseo de la mayoría de los jugadores que pedían su salida, abrió las puertas de par en par depositando en la dirección deportiva la responsabilidad de revertir y subsanar las bajas contractuales. De esta forma, el alegato de la dirección deportiva no era otro que el de afirmar que cualquier salida se efectuaría bajo la única condición de mejorar o superar lo que había. Jugadores de peso en el vestuario como Álex Bernal o José Cruz abandonaron la entidad, junto a los delanteros Adrián Fuentes, Sergio Benito —cuyo contrato contenía unas curiosas cifras que no correspondía con el nivel del jugador— y Cedric Teguia, junto a la cesión de Ramón Bueno al Fuenlabrada, para dar entrada por consiguiente a los Antonio Caballero, Armando
Shashoua, Alberto Castaño 'Canario', Marco Camus y Juan Villar. La revolución invernal en el vestuario se extendió junto al mantra de que lo que entró, mejoró a lo que salió. Pero los números, demostraron lo contrario.
V. La 2º Vuelta y la puesta y quitada de venda.
El mensaje desde la entidad, no era otro que el de tratar de apagar los fuegos ocasionados y expuestos a raíz de los capítulos anteriores y vendar así los ojos del aficionado enmascarando el derrumbe similar a un castillo de naipes equiparándolo con una "mala racha". El juego asociativo, vistoso, automático y eficaz de los de Germán Crespo pasó a ser individualista, cochambroso, predecible e ineficaz, el cual se sumió en una sequía goleadora sin precedentes y reveló las grandes carencias defensivas que ya se arrastraban desde principio de campeonato pero inadvertida su realidad por los buenos resultados previamente cosechados.
Así pues, el Córdoba CF pasó de ser el mejor conjunto de ambos grupos a ser el peor equipo de la tercera categoría del fútbol español, extendiendo su "mala racha" logrando solo 15 de los últimos 60 puntos en juego y perdiendo así el pulso competitivo con los equipos de la zona noble de la tabla y los puestos que daban acceso al play-off en el último tercio del campeonato.
Un Córdoba irreconocible y sin alma respecto al de la primera vuelta conducía al aficionado cordobesista a realizar múltiples elucubraciones acerca de las posibles causas que han producido el desemboque en dicha situación. Muchas eran las tertulias, debates y cruces de opiniones por redes, sin embargo, para la entidad seguían siendo "cosas del fútbol, aspectos mentales y una racha mala". Finalmente, el aficionado consigue quitarse la venda antes de lo previsto y, en forma de protesta, las gradas de El Arcángel quedaron casi vacías en los últimos encuentros ligueros.
VI. Germán Crespo, el enésimo entrenador.
Siempre me hizo gracia el simpático pero triste y revelador dicho de "duras menos —en algo— que un entrenador en el Córdoba CF". Aunque, con el técnico granadino, parecía que se iba a encontrar la rara excepción al mismo. Digo que parecía, porque pondría la mano en el fuego porque ni él esperaba este triste escenario final que desembocó en la enésima destitución de un entrenador en esta ciudad. Aun así, ésta no era una destitución cualquiera. De carácter urgente pero muy tolerada, fruto del crédito ganado y la confianza depositada por la entidad tras el obligado ascenso culminado en la anterior campaña. Confianza que, además, nace de lo expuesto en el capítulo III de artículo. Confianza que quedaba en vano si se realizaba la destitución con anterioridad de cara a la propiedad. Y confianza que dependía de un contrato —desmedido— en la tercera categoría del fútbol español. Confianza, también, la que le faltó a sus jugadores en el técnico. Y confianza que perdió de muchos de ellos tras una nefasta gestión de un mal vestuario de un conjunto de jugadores no profesionales. Con sus —siendo justo— luces y sus sombras, la etapa del granadino culminó en una carta de despedida al cordobesismo y el rechazo a una rueda de prensa de despedida por parte del mismo.
VII. Muerte súbita de Gudelj.
Este capítulo de esta triste y rara temporada es de los que nunca nadie hubiese querido ver, escribir ni leer. Por desgracia y a la vez por suerte, el central de origen serbio, Dragisa Gudelj, caía desplomado en el terreno de juego cuando solo se habían jugado apenas diez minutos del choque que enfrentaba al Córdoba CF con el Racing de Ferrol. La desgracia acabó en fortuna gracias a la rápida actuación servicios médicos del Córdoba CF, con una especial mención a los doctores José Miguel Bretones, Antonio Escribano y Martín Luna, los fisios Álex Rueda y Fran Plaza, las asistencias de Los Ángeles de la Noche, así como la doctora Verónica Arroyo y el cardiólogo José María Segura, sin olvidar el trato recibido por parte de cada uno de los sanitarios del hospital Reina Sofía de Córdoba.
Según el Doctor Bretones, Dragi tuvo la suerte de que dicha taquicardia ventricular que le provocó el paro cardíaco y, por tanto, la muerte súbita, ocurriese en el coliseo ribereño ya que, de haber sucedido sin compañía, otro hubiese sido el fatal desenlace. Además, el hecho de conocer su anomalía cardíaca, permite la prevención de accidentes futuros en la salud del jugador. A día de hoy, Dragi cuenta con un desfibrilador automático implantado (DAI) y trabajando de manera constante en su recuperación para la difícil tarea aún de retornar a los terrenos de juego.
El vestuario, por momentos y tras lo sucedido, dio síntomas de vuelta a la unión perdida y nunca reestablecida desde diciembre. Sin embargo, la victoria dedicada al serbio —la segunda cosechada en la segunda vuelta— no llegó hasta la última jornada liguera frente al CD Badajoz.
VIII. Manuel Mosquera: la incógnita, el honor y la profesionalidad.
En la ardua tarea por firmar a un entrenador para los ocho partidos restantes sin opción a una temporada adicional tras la destitución de Germán Crespo, emerge la figura de Manuel Mosquera. Con una no dilatada experiencia en los banquillos, analista para La Voz de Galicia de los rivales del Real Club Deportivo de la Coruña, conocido y amigo de Javier González Calvo, el gallego desembarcó en un Córdoba necesitado de moral para afrontar la última recta final y apurar sus opciones matemáticas.
En ese intento por influir de dicha moral al conjunto blanquiverde y con ruedas de prensa más próximas al discurso de un pastor envangélico que a un entrenador de fútbol, el técnico gallego empleó una diversidad de términos que tenían como denominador común el hecho de poner paños calientes sobre una situación ya predecible y con fecha de caducidad. Su idea de juego y su visión posterior siempre fueron una incógnita tanto para el aficionado, los jugadores y él mismo. "Somos una incógnita" fueron una de sus frases finales.
Con un bagaje de 1 victoria, 4 empates y 3 derrotas, pese a apelar a ellas, el conjunto de futbolistas no profesionales y sin honor dirigido en última instancia por Mosquera terminó la temporada sin alcanzar los puestos de play-off y sin, ni siquiera, alcanzar la clasificación para la disputa de la Copa del Rey en la temporada posterior.
IX. La "despedida y salida" de Javier González Calvo, el gestor "deficitario".
El consejero delegado de la entidad y a la postre, el supuesto enlace entre la propiedad y directiva, convocó una rueda de prensa en la que, para sopresa de todos, no tenía como eje principal la de dotar de explicaciones acerca de la nefasta temporada y sus causas. Así pues, esta giró en torno al comunicado de la cesación de funciones como consejero delegado para pasar a la vicepresidencia del consejo de administración arguyendo la decisión de la propiedad en "búsqueda de nuevas líneas de negocio" tras un "resultado deficitario" en la inversión.
Por lo tanto, no era la primera vez que Javier González Calvo rehusaba a tratar la delicada situación del equipo y exponer las causas de la misma, de la que siempre, en en nombre de la entidad, denominó como una "mala racha" en la que predominaba "la falta de confianza" pese a tener "la mejor plantilla de la categoría".
Igualmente, es un tanto curioso el alegato final del dirigente blanquiverde acerca de la "falta de paciencia" a una afición que ha visto como muchos de los proyectos que han girado en torno a la entidad no han llegado a buen puerto y, ni mucho, menos tiene potestad en los entramados societarios actuales. El bagaje de JGC como consejero delegado finaliza tras la consumación de 3 fracasos y la vuelta al mismo punto de partida desde que tomó su cargo tras una de las peores temporadas en la tercera categoría del fútbol español. En una SAD, los resultados hacen justicia independientemente de la gestión empresarial.
Por último, el cambio de puesto dentro del consejo de administración y su nombramiento como vicepresidente, según reza en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, ya estaba realizado desde principios de marzo del presente año.
X. La (no) capitanía.
Este año, no solo la directiva y los distintos cuerpos técnicos han estado a la altura de un escudo y una entidad como es el Córdoba CF. Ni rastro ha habido, tanto fuera como dentro del césped, de un líder(es) que con su veteranía, experiencia y simbolizado bajo un brazalete, estaban llamados a ello.
Y es que, de los cuatro capitanes, ha faltado esa figura con carácter y jerarquía que todo vestuario de puertas para adentro necesita. De puertas para afuera: palabras, gestos y pocos hechos han caracterizado la labor de estos cuatro futbolistas. Y es que a veces, de situaciones inesperadas emergen líderes inesperados, tampoco ha sido el caso.
Es cierto que, desde la primera vuelta, el técnico grandino se erige como líder a los ojos de los distintos medios de comuncación y entre los propios aficionados incluso, encabezando sus actuaciones y su buena labor los títulos correspondientes a los distintos resultados victoriosos que lograba el equipo. Sin embargo, cuando el vestuario gira el timón y decide, en su gran mayoría, desconfiar de Germán Crespo, solo gestos aislados como el de Willy fundiéndose en un abrazo celebrando un gol con el granandino y actuando como fiel escudero el día que se señaló públicamente el deseo de salida de varios jugadores, mostró el apego del futbolista hacia el mismo.
Por otra parte tanto Miguel De las Cuevas como José Ruiz apenas han tenido intervenciones públicas posteriores aclaratorias de los hechos. Por contra, sí han sido varias apariciones frente a los medios de comunicación las del jugador del barrio de Fátima y primer capitán de la plantilla. Al igual que la entidad, Javi Flores siempre quiso dejar claro que el que el problema del equipo se debía meramente al rendimiento y que no tenia relación con situaciones extradeportivas.
"Pongo la mano en el fuego porque en el vestuario no hay ningún problema interno.
Lo que ha pasado es que no hemos dado el nivel que deberíamos dar desde
enero. No hemos subido nuestro nivel y la realidad es que no hemos
tenido esa personalidad para ganar partidos". Exclamaba el capitán. Curiosamente, sus palabras contradicen la afirmación de JGC de que el Córdoba contaba plantilla de la categoría, al afirmar que no han dado el nivel. Ni nivel, ni jerarquía, ni carácter.
XI. La Afición Cordobesista.
No le debe nada a nadie y siempre está ahí sin esperar nada a cambio. La afición cordobesista, esa afición que no entiende de grises. O blanco o negro. En este caso, también, blanca y verde, por siempre manteniendo las señas de identidad de una entidad y que tiene infinita pasión por lo que sí son sus colores. Afición enfrentada y muchas veces dividida, pero que también ha logrado batir los mejores registros de asistencia media y es partícipe de grandes desplazamientos en el fútbol español. Afición que consigue llevar en volandas a su equipo hacia la victoria pero que también protesta de manera soberana no asistiendo a los últimos encuentros de la temporada. Afición incluso vilipendiada por directivos y futbolistas no profesionales que han arrastrado el escudo y la camiseta pero que sabe también agradecer el esfuerzo y el sacrificio de aquellos que sí honraron nuestra camiseta y sus colores. Afición blanquiverde cordobesista honesta, fiel y verdadera que estará una temporada más, pese a sumar otro fracaso más, junto a su Córdoba CF.
Según la RAE, el cinismo es la actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación. A buen entendedor pocas palabras bastan y no hay mentira que tape el fracaso de todos aquellos que han contriuido a ello. CCF: Cinismo Club de Fútbol.
Bonus XII. Cantera y Córdoba CF "B": La tarea pendiente.
A falta de los 90' minutos correspondientes al partido de vuelta de la fase de ascenso, el Córdoba CF "B" afronta el retorno a la cuarta categoría del fútbol español de la mano del técnico Diego Caro y con un equipo y un grupo humano que SÍ ha estado a la altura de un escudo, una camiseta y unos colores en esta presente temporada. Sin embargo, ello no ha sido suficiente para ver tanto una participación regular de los futbolista del filial con en el primer equipo así como contar con oportunidades para los distintos cuerpos técnicos. Es por ello que la cantera sigue siendo una tarea pendiente para la entidad y muy a tener en cuenta en una posible y necesaria reestructuración de la plantilla del primer equipo. ¡Mucho ánimo, chicos!
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